entorno1.jpg

Arte sobre cristal

Fue en al año 2008 cuando en Murcia emergió un singular y a la vez artístico edificio. Su principal virtud estriba en que los 483 cristales que circundan tres de sus fachadas sirven de soporte para una obra parida por el artista murciano, nacido en Valencia, Ángel Haro. El Edificio Entorno 97, nombre que recibe este singular lienzo, está enclavado en la avenida Mariano Rojas de la capital murciana, que desde entonces, permanece “eternamente” ilustrada. Los arquitectos de esta particular obra son Jesus Zafra y Javier Alarcón.

edificio entorno 97Ángel Haro, ya consagrado artista, que es capaz de proyectar su creatividad en cualquier soporte, además traslada su ingenio a los escenarios. Sus obras pictóricas han sido vistas en ciudades como Madrid, Paris, Chicago o New York. Desde entonces, Ángel Haro se suma al museo al aire libre en que nuestra Murcia se ha transformado, y aporta el cuadro más grande que nunca hayamos visto. Sus dimensiones alcanzan los 48,7 × 24 metros. Un dibujo de trazos mixtos, blanco sobre negro, curvas y rectas, paralelas y perpendiculares, que se funden caprichosas con la luz ambiental que se refleja sobre los cristales serigrafiados. El efecto es variable, dinámico, sorprendente.

Para conseguir el resultado final el proceso fue bastante complejo, y puedo dar fe de ello. La obra inicial del artista, un dibujo de tinta sobre papel, hubo de ser digitalizada, para después pasar por un proceso de vectorización y adaptación a la cuadrícula proporcional compuesta por los 483 fragmentos de cristal. Una vez conseguido esto, se individualizaron todos y cada uno de los fragmentos para el tratamiento de serigrafía que realizó la empresa Cristec.

El Edificio Entorno 97 se convirtió de esta manera en un pionero sobre el asfalto y el hormigón que nos rodea.

Etiquetas: arquitectura rincones de Murcia pintura

Murcia me gusta. Ciudad clara de colores calientes, de piedras tostadas, color de cacahuete tostado. Y notas deliciosas de luz, las calles estrechas y sin aceras, las “veredicas del cielo”, las tiendas de los artesanos, el esparto y la cuerda. Y ahora en el crepúsculo, una luz maravillosa.

Jorge Guillen

© LovingMurcia. 2018