¿Donde vas?
Y, después, San Juan. Ha brotado de la misma mañana de Murcia como un lirio. Ahí está en la puerta del Templo con ojos como que van buscando algo, por eso yo le pregunto:
¿Dónde vas, como asombrado,
tan de mañana, San Juan?
¿Qué buscan tus bellos ojos,
qué buscan, buscando van,
que parece que quisieras
ser ave…?
Tu imagen va
A escaparse de sus andas…
¿Qué buscas, dilo, San Juan,
en la mañana de Murcia,
que en ti se hace eternidad,
tus veinte abriles floridos
que en Mayo cuajando están?
Dí, madrugada de hombre,
dime, alteza virginal,
dime manantial de gracia,
candor de ave… ¿ a donde vas?
Se lo pregunto a tus ojos
de estrella… (se ahondan más)
Se lo pregunto a las flores
de tus labios… ¿dónde vas?
Y sigues, sigues andando…
(Tu manto flotando al aire,
de la mañana, San Juan)…
Esto es tan solo una muestra, un pequeño extracto lírico, del magnífico Pregón de Samana Santa que escribiera D. Enrique Antolínez Pastrana, en una primavera de Murcia de la mitad de siglo XX. El autor dedica estos versos a la magistral imagen de San Juan, realizada por Francisco Salzillo para la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
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