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Pedro Jara Carrillo

Uno de los murcianos ilustres que con más empeño contribuyó al progreso, engrandecimiento y exhaltación, no solo de la ciudad de Murcia y su huerta, sino de toda la región murciana, fue, sin duda, don Pedro Jara Carrillo.

El ilustre periodista y poeta nació en la villa de Alcantarilla el 11 de diciembre de 1876. De niño se traslada a Murcia, y a la edad de quince años comienza sus estudios de Magisterio en la Escuela Normal, con los que prosiguió cuatro años después en la Escuela Superior de Madrid.

A su vuelta de la capital de España, se instala nuevamente en la ciudad que llego a ser el denominador común de sus pasiones, la ciudad de Murcia. En 1902 dirige el Correo de Levante. En esos mismo años también escribe sus primeros libros; las obras poéticas "Simprevivas" (1901), "Relámpagos" (1902), "Gérmenes" (1903) y "Cocuyos" (1905). Estas obras del poeta se instalan entre la poesía postromántica y los florecientes símbolos del modernismo. En su obra literaria también hubo lugar para la prosa con la novela "Las caracolas" (1920) y las obras teatrales "Un telegrama" (1901) y "Del retablo Mariano" (1927).

En 1911 fue nombrado director del diario El Liberal, periódico que llegó a convertir en el diario con mayor tirada de todo el Levante español, con 25.000 ejemplares en 1919. Desde la dirección de este periódico, cargo que no dejaría hasta la hora de su muerte, dirigió campañas y artículos en favor siempre de las clases sociales más desprotegidas.

Quizá, uno de los logros más importantes comienza el 6 de diciembre de 1913 con la publicación del artículo "Murcia necesita una Universidad". Este fue el punto de partida para que se sumaran los apoyos, tanto sociales como políticos, para la obtención de los permisos y la creación de una Universidad en Murcia. Para llevar a cabo esta importante empresa, las figuras de don Andrés Baquero y don Juan de la Cierva también serían decisivas.

Jara Carrillo, incluso, tuvo un papel protagonista en la vida política de Murcia, con un cargo de concejal en el Ayuntamiento entre los años 1920 y 1923. Durante esta etapa se estrenó una de sus obras más importantes y transcendentes para la ciudad. El 9 de junio de 1922, una orquesta acompañada de un coro con 42 voces femeninas, interpretó por vez primera el "Himno a Murcia".

Posteriormente, en 1927, se organiza un concurso para elegir la letra y música de un himno a la Patrona de Murcia la Virgen de la Fuensanta, en el día de su Coronación Canónica. Los ganadores fueron Pedro Jara Carrillo y el compositor Jerónimo Oliver Albiol, pero el poeta nunca pudo escuchar esta obra en todo su esplendor por una grave enfermedad. La muerte, o en su caso la "Gloria", le vino a visitar en su casa, junto al Paseo del Malecón, el 4 de octubre de 1927.

"¿A qué me ofreces, Gloria, tus amores.
si yo no tengo a quien pretender tus flores,
ni a quien rendir, sumiso, la victoria?
Yo te soñé en mis horas de alegría
porque en medio del sueño no sabía
que es el amor la gloria de la gloria".

Etiquetas: ilustres literatura

Murcia me gusta. Ciudad clara de colores calientes, de piedras tostadas, color de cacahuete tostado. Y notas deliciosas de luz, las calles estrechas y sin aceras, las “veredicas del cielo”, las tiendas de los artesanos, el esparto y la cuerda. Y ahora en el crepúsculo, una luz maravillosa.

Jorge Guillen

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